La diagnosis en las obras de arte es el paso previo a cualquier intervención. Con un correcto análisis se puede determinar el estado de gravedad de la pieza y los tratamientos que precisa.
Un buen diagnóstico es esencial para el futuro de la obra y en numerosas ocasiones suficiente, para plantear los requisitos de conservación preventiva adecuados, puesto que no todas las obras requieren una intervención de restauración inmediata.