Los exámenes de superficie consisten en analizar la obra con radiaciones del espectro solar, perceptibles o no por el ojo humano. Las diferentes longitudes de onda permiten penetrar en diferente proporción en la estructura de la pieza y así poder estudiarla con detalle.
Cada técnica presenta variantes que enriquecen la información y nos acercan a las características más sutiles de la obra.
Las radiaciones visibles al ojo humano nos permiten observar posibles defectos y deterioros en el soporte y la capa pictórica de la obra.
Las radiaciones invisibles (RX – UV- IR) nos posibilitan observar repintes, arrepentimientos, dibujos subyacentes, etc. que nos facilitan conocer mejor la historia de la obra.
La micro y la macrofotografía caracterizadas por el engrandecimiento de la imagen real, nos permiten observar detalles con gran calidad, como la pincelada, la textura, el acabado… que nos aportan luz sobre el carácter del artista y su intención en la obra.